A un salto

Cerca de tres meses han pasado desde la última vez. Ahora puedo poner tildes, eñes y abrir las preguntas con signo de interrogación. Cierto es que durante estos tres meses las cosas han ido un poco rodadas, trabajos, premios, becas, fiesta y todas esas pequeñas cosas que, por un momento, dejan de salir torcidas para empezar a verlas de otra manera. Cuando has tenido la sensación durante mucho tiempo de vivir en una rueda de superación, el hecho de que las cosas salgan bien a la primera resulta cuanto menos inquietante y te sume en un estado de incredulidad que te hace pensar que tiene que haber un poro por el que tu barquito de acero va a hacer aguas.
Después de cerca de tres meses sin hacer demasiado por hacer algo y de disfrutar, esta vez con mas intensidad, de las maravillas con nombre propio que habitan Granada, vuelvo a emigrar, tu vuelves a huir.
Pero esta vez huyes distinto y a mí aunque me rompe, la alegría de escucharte también distinto, actúa como pegamento e ilumina mis ojos verdes marrones para pensarte feliz.
Aquí sabes que tu paisaje se ha quedado intacto, pero, como siempre, no se hasta que punto está intacto sin ti. Alli empiezas a construir uno nuevo y tampoco se hasta que punto es nuevo con el mío dibujado.
Ahora yo tengo planes nuevos, nueva ciudad y nuevos lugares donde poder encontrar Nunca Jamás. Estos planes los hago contigo aunque no estés porque haga lo que haga, sigo siendo un 75% agua y un 25% tu, y aunque busquemos descanso en la soledad de otros, se que nunca voy a estar solo, porque como me decías ayer, sabes como pienso, sabes como soy y yo te estudié mientras dormias y aun repaso las lecciones una a una cada día, aunque no estés.
Ahora me planto delante de mi futuro, por primera vez mas claro, pero me encuentro delante un abismo de 5 milímetros que ya no puedo saltar, sabes que siempre pierdo las cosas y esta vez he perdido mis poderes, Supeman is dead.
Todos mis miedos se multiplican hoy por 5 y supomgo que los superaré, pero hoy tengo la sensación de que me han cortado el pelo, de que ya no hay marmita de poción mágica y que tengo un trocito de kryptonita de 5 milímetros donde antes tenía toda mi fuerza, pero sabes tan bien como yo lo se, que solamente con que me digas que puedo hacerlo, lo haré.
Y como no quiero dejar ninguna sensación amarga, también tengo que decirte que aqui me has dejado con la mejor compañia posible, me has dejado con un grupo de artistas que me hacen de ángeles de la guarda, en especial dos de ellos/as, que me atrapan con su forma particular de secuestrar y me dejan compartir, que no invadir, un espacio tan especial como lo son ellos.

Y esto, que empezó siendo una reflexión personal, ha acabado siendo una carta para ti, para decirte que estoy muy orgulloso de que seas parte de mi, aunque no estés y para decirte que pase lo que pase, la fuerza la tengo porque tu me la das.

NDT